La historia de los tejidos en palma de iraca se remontan a la época precolombina, en el norte de Ecuador se encuentras evidencias arqueológicas de figuras con tocados en la cabeza hechos con fibras de palma de iraca. A finales del siglo 19, migran familias ecuatorianas hacia el sur de Colombia atraídos por las tierras fértiles de Nariño y con los conocimientos de la tejeduría de sombreros, se asientan en municipios como la Unión el Tambo y Sandona; a principios del siglo 20 llega el padre Nestor Maria Ordoñez a Sandona junto con tejedores expertos y toma un grupo de mujeres para enseñarles la técnica de tejer sombreros y con esto, ellas apoyen la economía de sus familias y es así como Sandona inicia fuertemente con el trabajo artesanal de los sombreros. El sombrero sandoneño es un gran representante del país como lo es el vueltiao o el aguadeño. La materia prima la paja de palma de iraca, es clasificada por los artesanos en gruesa, fina y extrafina. Elaborar un sombrero sencillo puede tardar un día, uno fino entre 8 y 10 días y uno extrafino hasta 20 días. Es toda una tradición la elaboración de sombreros en Sandona, los días sábados los campesino se acercan al casco urbano del municipio, con el producto terminado y allí lo comercializan. Actualmente existen aproximadamente 1500 artesanas y artesanos dedicados a este oficio y producen al rededor de 500.000 sombreros al año.
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Fuente: eltiempo.com – Tejido vivo ebook – Artesanias de Colombia